con textos del Papa Francisco en la Encíclica Laudato
si,
de 24-V-2015.
Consideración introductoria:
Jesús (…) resucitado y
glorioso [está] presente en toda la creación con su señorío universal (…) Las
mismas flores del campo y las aves que él contempló admirado con sus ojos
humanos, ahora están llenas de su presencia luminosa (LS 100).
Reconocer la
grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta (…) Así
podremos proponer (…) el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus
relaciones con la realidad que lo rodea (LS 15).
Los creyentes podemos
reconocer que (…) hemos sido infieles al tesoro de sabiduría que debíamos
custodiar (LS 200).
1ª estación:
Jesús
en el huerto de Getsemaní.
El Señor (…) mismo
estaba en contacto permanente con la naturaleza y le prestaba una atención
llena de cariño y asombro (LS 97).
No aparecía como un
asceta separado del mundo o enemigo de las cosas agradables de la vida (…)
Estaba lejos de las filosofías que despreciaban el cuerpo, la materia y las
cosas de este mundo (LS 98).
2ª estación:
Jesús,
traicionado por Judas, es arrestado.
Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios
profundos en «los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las
estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad» (Centesimus
annus, 58) (LS 5).
No perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de
cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad (…) simples gestos cotidianos
(LS 230).
3ª estación:
Jesús es condenado por el Sanedrín.
El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la
necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el
planeta (LS 8).
Necesitamos una conversación que nos una a todos (...) El
movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha
generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concienciación (LS
14).
4ª estación:
Jesús
es negado por Pedro.
Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte
esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional (LS 217).
Podemos ser testigos
mudos de gravísimas inequidades cuando se pretende obtener importantes
beneficios (LS 36).
La tecnología que,
ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas (...) a
veces resuelve un problema creando otros (LS 20) íntimamente ligados a la
cultura del descarte (LS 22).
5ª estación:
Jesús
es juzgado por Pilatos.
El marco político e
institucional no existe sólo para evitar malas prácticas, sino también para
alentar las mejores (…) estimular la creatividad (…) facilitar las iniciativas
personales y colectivas (LS 177).
Mi predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las
causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y (…) nos
propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por
nuestro comportamiento irresponsable (LS 6).
6ª estación:
Jesús es flagelado y coronado de espinas.
Es insostenible el
comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros
todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana (LS 193).
El beato Papa Pablo VI se refirió a la (…) crisis, que es «una
consecuencia dramática» de la actividad descontrolada del ser humano (…)
También habló a la FAO (...) subrayando la «urgencia y la necesidad de un
cambio radical en el comportamiento de la humanidad» (LS 4).
7ª estación:
Jesús
es cargado con la cruz.
La espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la
naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en
ellas, en comunión con todo lo que nos rodea (LS 216).
Es trágico el aumento de
los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que
no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan
el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna (LS 25).
8ª estación:
Jesús
es ayudado por el cirineo a llevar la cruz.
Los cristianos estamos llamados a «aceptar el mundo (…) como modo
de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global. Es nuestra humilde
convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle
contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el
último grano de polvo de nuestro planeta» (LS 9).
9ª estación:
Jesús encuentra
a las mujeres de Jerusalén.
Deberíamos reconocer que
(…) ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría puede ser dejada
de lado, tampoco la religiosa con su propio lenguaje (LS 63).
La Iglesia no tiene por
qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el
debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de opiniones (LS
61).
Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas
acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas
(…) reutilizar algo en lugar de desecharlo (…) puede ser un acto de amor que
exprese nuestra propia dignidad (LS 211).
10ª estación:
Jesús
es crucificado.
Esta hermana (casa común) clama por el daño que le provocamos a
causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en
ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores,
autorizados a expoliarla (LS 2).
Mientras se deteriora
constantemente la calidad del agua disponible (…) se advierte un derroche de
agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos
desarrollados que poseen grandes reservas (LS 30).
11ª estación:
Jesús
promete su reino al buen ladrón.
Es
indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus
tradiciones culturales (…) deben convertirse en los principales interlocutores
(LS 146).
La inmensa variedad cultural (…) es un tesoro de la humanidad. Por
eso, pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes
o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las
problemáticas locales (LS 144).
12ª estación:
Jesús
en la cruz, su madre y el discípulo
María (…) vive con Jesús (…) todas las criaturas cantan su belleza
(…) es Madre y Reina de todo lo creado (…) Por eso podemos pedirle que nos
ayude a mirar este mundo con ojos más sabios (LS 241).
Todos los seres del
universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de
familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado,
cariñoso y humilde (LS 89).
13ª estación:
Jesús muere en la cruz.
El
gemido de la hermana tierra (…) un clamor que nos reclama otro rumbo (LS 53).
Cuando no se reconoce en
la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona
con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán
los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado (LS 117).
14ª estación:
Jesús
es colocado en el sepulcro.
La
calidad de vida humana (…) implica analizar el espacio donde transcurre la existencia
de las personas (…) en nuestra habitación, en nuestra casa, en nuestro lugar de
trabajo y en nuestro barrio (LS 147).
La tradición cristiana
nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y
subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada (LS 93).
Nuestra casa común es también como una hermana, con la cual
compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus
brazos (LS 1).
Consideración final:
No podemos sostener una
espiritualidad que olvide al Dios todopoderoso y creador (...) hasta pretender
pisotear la realidad creada por él sin conocer límites (LS 75).
Para la tradición
judío-cristiana, decir «creación» (...) tiene que ver con un proyecto del amor
de Dios donde cada criatura tiene un valor y un significado (LS 76). El suelo,
el agua, las montañas, todo es caricia de Dios (LS 84).
Los creyentes no podemos
dejar de pedirle a Dios por el avance positivo (…) de manera que las
generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos (LS
169).
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