El Papa Francisco le reza en Skopje, Macedonia
Ante el monumento en Skopje |
Francisco visitó (7-V-2019)
en Skopje, capital de Macedonia del Norte, la capilla en donde estaban
expuestas sobre el altar las reliquias de la Madre Teresa y localizada en donde
estuvo la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, destruida en 1963, lugar en
donde la religiosa fue bautizada al día siguiente de su nacimiento y donde
acudía a rezar con frecuencia.
Tras haber rezado en
silencio, el Papa recitó una oración en honor a la Madre Teresa:
Dios, Padre de misericordia y de todo bien, te damos gracias por
el don de la vida y el carisma de la santa Madre Teresa. En tu gran
providencia, la has llamado a dar testimonio de tu amor entre los más pobres
de la India y del mundo. Ella supo hacer el bien a los más necesitados, puesto
que reconoció
en cada hombre y mujer el rostro de tu Hijo.
Dócil a tu Espíritu, ha sido la voz orante de los pobres y de
todos aquellos que tienen hambre y sed de justicia. Acogiendo el grito de
Jesús en la cruz, «tengo sed», Madre Teresa ha calmado la sed de Jesús en la
cruz, cumpliendo las obras del amor misericordioso.
Ante las reliquias en la cripta |
Te pedimos, santa Madre Teresa, madre de los pobres, tu especial
intercesión y ayuda, aquí, en la ciudad de tu nacimiento, donde estaba tu casa. Aquí
recibiste el don del nuevo nacimiento en los sacramentos de la iniciación
cristiana. Aquí escuchaste las primeras palabras de la fe en tu familia y en
la comunidad de los fieles. Aquí comenzaste a ver y a conocer a los
necesitados, a los pobres y a los pequeños. Aquí aprendiste de tus padres a
amar a los más necesitados y a ayudarlos. Aquí, en el silencio de la iglesia,
escuchaste la llamada de Jesús a seguirlo, como religiosa, en las misiones.
Desde aquí te
pedimos: intercede ante Jesús
para que también nosotros obtengamos la gracia de estar vigilantes y atentos
al grito de los pobres, de aquellos que están privados de sus derechos, de los
enfermos, de los marginados, de los últimos. Que Él nos conceda la gracia de
verlo en los ojos de quien nos mira porque necesita de nosotros.
Que nos dé un corazón que sepa amar a Dios presente en cada hombre y mujer, y que sepa reconocerlo en aquellos
que están afligidos por el sufrimiento y la injusticia. Que nos conceda la
gracia de ser también nosotros signo de amor y esperanza en nuestro tiempo, en
el que hay tantos necesitados, abandonados, marginados y emigrantes. Que haga
que nuestro amor no sea solo de palabra, sino que sea eficaz y verdadero, para
que podamos dar testimonio creíble de la Iglesia, que tiene el deber de
predicar el Evangelio a los pobres, la liberación a los prisioneros, la
alegría a los tristes, la gracia de la salvación a todos.
Santa Madre Teresa, ruega por esta ciudad, por este pueblo, por su
Iglesia y por todos los que quieren seguir a Cristo, Buen Pastor, como
discípulos suyos, realizando obras de justicia, de amor, de misericordia, de
paz y de servicio, como Él que vino no para ser servido sino para servir y dar
la vida por muchos, Cristo nuestro Señor. Amén.
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