Catequesis sobre el Padre nuestro
enero y febrero de 2019 (Resumen literal)
enero y febrero de 2019 (Resumen literal)
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Miércoles 2 enero 2019
El Evangelio de Mateo coloca el texto del «Padre nuestro»
en un punto estratégico, en el centro del discurso de la montaña (cf. 6, 9-13)
(…) Jesús condensa los aspectos fundamentales de
su mensaje.
Esta es la revolución
del Evangelio. Donde está el Evangelio, hay revolución. El Evangelio no deja
quietud, nos empuja: es revolucionario (...) La ley no debe
abolirse, pero necesita una nueva interpretación que la reconduzca a su sentido
original.
Jesús introduce la enseñanza de la oración del «Padre nuestro» (...) distanciándose de dos grupos de su tiempo. En primer lugar, los
hipócritas: «No seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas
y en las esquinas de las plazas bien plantados, para ser vistos de los hombres»
(Mateo 6, 5). Hay personas
que pueden tejer oraciones ateas, sin Dios y lo hacen para ser admirados por
los hombres.
Y cuántas veces vemos el escándalo de aquellas personas que van a la iglesia y se quedan allí todo el día o van todos los días y luego viven odiando a los demás o hablando mal de la gente. ¡Esto es un escándalo! Mejor no ir a la Iglesia: vive así, como si fueras ateo.
(...) Luego, Jesús toma distancias de la oración de los paganos: «No charléis mucho: [...] se figuran que por su palabrería van a ser escuchados» (Mateo 6, 7) (...) basta con ponerse bajo la mirada de Dios, acordarse de su amor de Padre (…) en la oración pide solo que nosotros tengamos abierto un canal de comunicación con Él para descubrirnos siempre como hijos suyos amados.
Y cuántas veces vemos el escándalo de aquellas personas que van a la iglesia y se quedan allí todo el día o van todos los días y luego viven odiando a los demás o hablando mal de la gente. ¡Esto es un escándalo! Mejor no ir a la Iglesia: vive así, como si fueras ateo.
(...) Luego, Jesús toma distancias de la oración de los paganos: «No charléis mucho: [...] se figuran que por su palabrería van a ser escuchados» (Mateo 6, 7) (...) basta con ponerse bajo la mirada de Dios, acordarse de su amor de Padre (…) en la oración pide solo que nosotros tengamos abierto un canal de comunicación con Él para descubrirnos siempre como hijos suyos amados.
Miércoles 9 E
En esta catequesis sobre el Padre nuestro (…) vemos a Jesús como orante. Jesús reza. En (...) la transfiguración (Lc 9, 29) (...) en el bautismo en el Jordán, habla con el Padre antes de tomar las decisiones más importantes, a menudo se retira en soledad para orar, intercede por Pedro, quien en breve lo negará (…) «yo he rogado por ti…» (Lucas 22, 31-32).
«Señor, enséñanos a orar» (Lucas 11, 1). Lo vieron rezando. «Enséñanos, también podemos decirle al Señor: Señor, estás orando por mí, lo sé, pero enséñame a orar, para que también yo pueda orar».
«Yo os digo —explica Jesús— pedid y se os dará (…) y al que llama se le abrirá» (Lucas 11, 9). Con esto él quiere enseñarnos a orar e insistir en la oración.
Miércoles 13 F
Aprender a rezar, cada vez mejor, como Jesús nos ha enseñado (...) En la raíz del diálogo con Dios hay un diálogo silencioso, como el cruce de miradas entre dos personas que se aman: el hombre y Dios cruzan la mirada, y esto es oración. Mirar a Dios y dejarse mirar por Dios: esto es rezar.
Miércoles 13 F
Aprender a rezar, cada vez mejor, como Jesús nos ha enseñado (...) En la raíz del diálogo con Dios hay un diálogo silencioso, como el cruce de miradas entre dos personas que se aman: el hombre y Dios cruzan la mirada, y esto es oración. Mirar a Dios y dejarse mirar por Dios: esto es rezar.
(...) La oración del discípulo (…) nunca cae nunca en el intimismo. En el secreto de la conciencia, el cristiano no deja el mundo fuera de la puerta de su habitación, sino que lleva en su corazón personas y situaciones, los problemas, muchas cosas, todas las llevo en la oración (…) ese «nosotros» que Jesús nos enseñó me impide estar solo tranquilamente y me hace sentir responsable de mis hermanos y hermanas.
Miércoles 20 F
Miércoles 20 F
El primer paso de cada oración cristiana es el ingreso en un misterio, el de la paternidad de Dios. No se puede rezar como cotorras. O tú entras en el misterio, en la certeza de que Dios es tu Padre o no rezas.
(...) Cuando hablamos de Dios como “padre”, mientras pensamos en la imagen de nuestros padres, especialmente si nos han querido, al mismo tiempo tenemos que ir más allá. Porque el amor de Dios es el del Padre “que está en los cielos” (…) Nadie debe dudar que es destinatario de este amor. Nos ama. “Me ama”, podemos decir.
(...) La frase “en los cielos” no quiere expresar una distancia, sino una diferencia radical de amor, otra dimensión de amor, un amor incansable, un amor que permanecerá siempre, todavía más, que está al alcance de la mano. Solo hace falta decir: “Padre nuestro que estás en los cielos” y ese amor viene.
Miércoles 27 F
Miércoles 27 F
La oración del Padrenuestro contiene siete peticiones. En las tres primeras, que se refieren al “Tú” de Dios (…) las últimas cuatro (…) indican el “nosotros”.
(...) El Padrenuestro es modelo de toda oración porque contiene, a la vez, la contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza y su bondad, como también una súplica atrevida de lo que necesitamos para vivir bien.
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