Jornada mundial de la
paz. 1
de enero.
Cristo es quien nos
manda conservar esta paz, ya que él ha dicho: La paz os dejo, mi paz os doy,
lo que equivale a decir: "Os dejo en paz, y quiero encontraros en
paz"; lo que nos dio al marchar quiere encontrarlo en todos cuando vuelva (cfr
Homilía de Pedro Crisólogo, LH tomo III, 2ª lect de Isabel de Portugal, 4 julio).
El 21-X-2007, Benedicto XVI, con una
Misa en Nápoles, inauguró el Encuentro mundial de líderes religiosos, convocado
por la Comunidad de san Egidio y la diócesis napolitana a los 21 años de la 1ª
convocada en Asís por Juan Pablo II.
El 22-XI-2008 fue en
Chipre; el encuentro "Hombres y Religiones", congregó durante tres días con el
eslogan "La civilización de la paz:
religiones y culturas en diálogo".
El 27 de octubre de 2011
tuvo lugar el Encuentro en Asís, en el 25º aniv del primero convocado por Juan Pablo
II en 1986. También se celebran los aniv de los otros dos acontecimientos que
el mismo Pontífice promovió en la ciudad de san Francisco: la «Jornada mundial de oración por la paz en
los Balcanes», el 23 de enero de 1994, y la «Jornada de oración por la paz en el mundo», el 24 de enero de 2002,
en un momento de preocupante tensión internacional.

Jornada mundial de oración
por la paz en Irak propuesta
por el Patriarca caldeo Louis Rafael Sako junto con la fundación pontificia
Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) siguiendo
el llamamiento del Papa Francisco que pide oraciones por la Paz en la región.
En 2011 fue convocada el 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración de Jesús en
el monte Tabor.
Señor, la situación de nuestro país es grave y
el sufrimiento de los cristianos, es intenso y nos aterra. Por
ello, te pedimos Señor que nos concedas paciencia y valor en nuestras
vidas para continuar siendo testigos de nuestros valores cristianos con
fe y esperanza.
Señor, la paz es la base de cualquier vida, danos
paz y estabilidad, para vivir entre nosotros sin miedo, ni ansiedad,
con dignidad y alegría. Gloria a Ti por siempre.
Jornada de oración por la paz en Siria, devastada desde
2011 y los terroristas del Estado Islámico quieren terminar con la presencia
cristiana en toda la región. Por este motivo, más del 40% de la población de
Siria ha tenido que huir de sus hogares y convertirse en refugiados. El
Patriarca de la Iglesia Greco-Melquita de Siria, Gregorio III, ha asegurado que
se está cometiendo “la mayor tragedia a nivel global desde la II Guerra
Mundial”.
Dios de la Compasión, escucha
el clamor del pueblo de Siria. Conforta a los que sufren a causa de la
violencia. Consuela a los que lloran a sus muertos. Ayuda a los países
vecinos en su acogida a los refugiados. Convierte los corazones de los que han
recurrido a las armas y protege a los que trabajan por la paz. Dios de la Esperanza, inspira a los líderes para que elijan la paz en lugar de la violencia y para buscar la
reconciliación con los enemigos (…) y danos esperanza en un futuro de paz
basado en justicia para todos. Te lo pedimos por Jesucristo, el Príncipe de la paz y la Luz
del mundo. Amén.

Para el 7 de julio de 2018, el papa Francisco ha
convocado en Bari una jornada
de oración sobre la situación dramática en Oriente Medio y
que aflige a tantos hermanos y hermanas en la fe.
Históricamente, Bari ha sido la puerta de la Iglesia italiana
a Oriente Medio. Allí se conservan los restos de San Nicolás, venerado
por católicos y ortodoxos, y cuyas reliquias viajaron recientemente a Rusia, en
un inédito gesto ecuménico.
Se puede esperar la presencia del patriarca Kirill, Patriarca de Rusia, con
quien Francisco se encontró en La Habana hace ahora tres años, en un encuentro
que ponía fin a un milenio de incomprensiones y excomuniones mutuas. Tampoco se
descarta la asistencia de Bartolomé, Patriarca de Constantinopla.
Francisco ha invitado también a todas las iglesias y comunidades cristianas
para que esa Jornada no deje de ser verdaderamente ecuménica.
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